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La patronal portuaria Oneport ha solicitado hoy a la Autoridad Portuaria de Las Palmas que se arbitren las medidas que sean convenientes y necesarias para fidelizar la estancia y el tránsito de la flota pelágica en el Puerto de La Luz. Desde Oneport se considera que estos buques generan mucha actividad portuaria en Gran Canaria en los sectores de suministro de buques y en reparaciones navales.

"Lamentablemente, los convenios de pesca que ha suscrito la Unión Europea y los elevados costes de los servicios portuarios nos van dejando cada vez más sin pesca en La Luz, cuando antes era un sector de extraordinaria actividad", afirma el presidente de Oneport, José Mayor.  Mayor asegura que "Marruecos vende una cuota de sus capturas a Europa, a cambio de esos convenios, y la otra parte se la lleva Rusia, a cambio de dólares estadounidenses. Entretanto, Mauritania vende sus licencias directamente al armador que más dinero esté dispuesto a pagar".

José Mayor valora que, al menos, ante la decadencia de la actividad de la descarga y trasbordo de pesca, "el Puerto de La Luz mantiene intacta su consideración de enclave estratégico para avituallamiento y reparaciones navales de las flotas pesqueras", lo que, a su juicio, debe conservarse e, incluso, incentivarse con medidas que fidelicen a esos clientes internacionales.

Mayor recuerda los tiempos en los que "los buques pelágicos de la antigua Unión Soviética recalaron en el Puerto de Las Palmas atraídos por el banco pesquero del Atlántico occidental, junto a otras flotas atuneras, cefalopoderas, etc.. Recordemos a la antigua sociedad mixta hispano-soviética denominada SOVHISPAN, creada a tal efecto y que los albergó para ofrecerles todas las atenciones requeridas". Ahora, las capturas de esos caladeros, "que se estiman en unas 600 mil toneladas al año, son trasladadas a Marruecos y Mauritania en buques frigoríficos o vía trasbordo a contenedores para ser luego distribuidas a sus destinos de consumo en Liberia, Nigeria, Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benin, Congo y Angola", añade Mayor.

Para el presidente de Oneport, es imprescindible, si por el momento no se puede conseguir ni siquiera una cuota de descargas en La Luz, "sí al menos conservar la actividad de unos 40 buques rusos, lituanos, georgianos, camerunenses, islandeses, polacos y holandeses, con capacidad de pesca de unas 5 mil toneladas, que se avituallan de combustible, lubricantes, cartones, provisiones, repuestos, material de pesca y material de navegación y que reparan al menos una vez al año a flote y cada tres años en varaderos, con unas tripulaciones de 80 personas de promedio que hacen sus relevos llegando a través del Aeropuerto de Gran Canaria".

Mayor concluye afirmando que "ellos siguen confiando en nosotros y el puerto debe ofrecerles un servicio de calidad a precios competitivos. Sólo así garantizaremos su permanencia, como lo hace Japón con su flota atunera desde hace decenios".