NAVIERA ARMAS

 

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El sector del transporte marítimo va a dar un giro radical en las próximas tres décadas hacia combustibles y fuentes de energía libres de carbono, para cumplir con el objetivo fijado en la Estrategia de la Organización Marítima Internacional de reducir las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sector para 2050 en al menos un 50% respecto a los niveles de 2008. Esta transición va a requerir inversiones muy importantes en infraestructuras para la producción y distribución de nuevos combustibles y una flota nueva o modernizada.

Según un nuevo estudio publicado recientemente llevado a cabo por la consultora marítima UMAS por encargo de ‘Getting to Zero Coalition’, la inversión total necesaria entre 2030 y 2050 para conseguir dicho objetivo de la OMI ascenderá a entre 1 y 1,4 billones de dólares, es decir entre 50.000 y 70.000 millones de dólares anuales durante 20 años. Para conseguir la descarbonización completa del transporte marítimo habría que sumar otros 400 billones de dólares.

Para Johannah Christensen, directora general del Foro Marítimo Global, que forma parte de la coalición Getting to Zero, es fundamental “conocer la magnitud de este desafío para poder resolverlo”. La inversión total mundial en energía durante el año 2018 ascendió a 1,85 billones de dólares. “Estas cifras demuestran que el coste de la transición ecológica del sector del transporte marítimo es considerable, pero ciertamente es alcanzable si se aplican las medidas correctas”, añadió Christensen.

El mencionado estudio también concluye que la mayor parte de las inversiones, en torno a un 87% de total, se deberán llevar a cabo en tierra, en las instalaciones de producción de combustibles con bajo contenido de carbono y en las infraestructuras para su almacenamiento y distribución necesarias para su suministro.