NAVIERA ARMAS

 

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El protocolo de pesca firmado entre Marruecos y la Unión Europea en 2014 caducó el pasado sábado y obliga a la flota europea, especialmente la española, a un paro temporal a la espera de los resultados de las negociaciones que están en curso para firmar un nuevo pacto.

Los negociadores oficiales marroquíes y europeos guardan silencio sobre el proceso de discusiones, que se viene celebrando desde el pasado abril a caballo entre Rabat y Bruselas.

Fuentes cercanas a las negociaciones se limitaron a decir que las discusiones se desarrollan actualmente en Bruselas y que se retomarán la semana próxima en la capital europea, y añadieron que las partes "están optimistas".

Un optimismo que no comparte el sector pesquero europeo, y sobre todo el español, obligado a amarrar de forma provisional sus barcos, mientras duren las negociaciones.

En declaraciones a Efe, el presidente de la patronal pesquera europea (Europêche) y secretario general de la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), Javier Garat, explicó que la paralización de la flota europea podría prolongarse, porque pese al cierre de un futuro acuerdo, se requiere un proceso de ratificación que podría durar entre seis y doce meses. Garat instó a que se aceleren gestiones para que los barcos afectados reciban ayudas del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP).

Según cifras de la Confederación Española de Pesca, el sector pesquero español ha hecho uso de 49 licencias (35 barcos andaluces, 10 canarios y 4 gallegos) en 2018, lo que dio empleo a 534 tripulantes, 107 de los cuales son marroquíes.